Cuando tenía como ocho años. Escribía en mini cuadernitos que hacía con las hojas que sobraban de los cuadernos de clase.
Dejé de escribir, pasó mucho tiempo… y volví a los cuadernos. Estaba escribiendo cuentos para adultos cuando mi hijo me dio la idea de escribir para niños. ¡Y arranqué!
Así que acá estoy, escribiendo en un cuaderno común, y con lapicera.
Leer mucho.
Leer más.
Compartir libros.
Y seguir leyendo.
Eso es lo más importante para mí.
No llegué a astronauta… pero leyendo y escribiendo recorro el universo.
Otros trabajos (tan geniales como ser astronauta):
Profesora
Bibliotecaria
Traductora
Artesana